¿Te has encontrado alguna vez con alguna de las siguientes situaciones? Piénsalo.
Tienes talento. Lo estás demostrando. Empiezas a relacionarte. Te invitan a la típica cena en la que están los dos máximos ídolos de tu deporte, o un recruiter, o un agente de prestigio. Todos te escuchan ¿qué haces?.
- Te bloqueas.
- Hablas mucho y de nada que interese.
- Identificas lo que les puede interesar y enfocas la conversación hacia allí.
Entrenas muchas horas todos los días y...
- Estás satisfecho.
- Quieres que el día tenga más horas para entrenar aún más.
- Tienes un entrenamiento eficiente. Para ti es tan importante el entrenamiento como cumplir con la planificación que te has marcado desde el inicio para conseguir tus objetivos.
Te ofrecen la oportunidad de impartir unos cursos de tu deporte a unos clientes importantes en Turquía.
- Llegas al aeropuerto y no sabes ni pedir un taxi.
- Con tu manejo del idioma has logrado llegar a tiempo. Uf!
- No sólo has llegado genial a la cita, sino que has dejado a todos encantados. Controlas perfectamente. Un éxito. Fijo que te volverán a llamar.
Has perdido la final de un torneo.
- La culpa es de los demás.
- No quieres ni hablar. Has tenido “mala suerte” y ya.
- Controlas la situación, felicitas al contrario. Sabes por qué ha sido. Lección aprendida. Sé cómo mejorar. No me vuelve a ocurrir.
En una rueda de prensa, uno de los periodistas de pronto te hace una pregunta personal incómoda. Tú...
- No te queda otra: contestas, desvelando tu intimidad.
- Te pones a la defensiva y resultas grosero. Se lo ha merecido.
- No pasa nada. Sabes perfectamente cómo desviar la conversación hacia donde tú quieres.
Sabemos que el objetivo de cualquier deportista es ganar, ganar y ganar. ¿Cómo lo vas a conseguir?
- Tengo talento y eso basta.
- Tengo talento y me dejo la piel en los entrenamientos.
- Tengo talento, entreno con calidad y me esfuerzo en desarrollar todas mis facetas (deportivas, personales y profesionales). No tengo dudas, para ganarme hay que hacerlo muy muy bien.
Sabes que para un deportista es importante salir en los medios de comunicación.
- Aún no conozco mucho ese tema, pero cuando gane lo conoceré.
- Tengo algún contacto. Ya me sacarán.
- Me preocupo por conocer bien ese mundo, saber quién está detrás y ser proactivo.
El patrocinio es la principal fuente de ingresos de un deportista.
- No entiendo cómo con mi talento no me llaman.
- Estoy empezando a ganar premios. Me van a llamar.
- Dedico tiempo a analizarlo: conocerlos, pensar cómo aportarles y ayudarles a cumplir sus objetivos.
De acuerdo. Tú eres el mejor “ahora”. ¿Qué pasa en un futuro?
- Soy el mejor. Tengo la vida resuelta.
- Soy el mejor. Tengo mucha suerte. Aún soy joven y nunca me lesiono.
- Soy el mejor. También soy realista. Estoy gestionando mis ingresos y me estoy preparando para cuando no tenga tantos ingresos.
Tu carrera tiene buena pinta. ¿Cómo lo llevas con los que te rodean?
- Me llevo fenomenal con mi entrenador. Eso es lo importante. Él marca el ritmo y me enorgullece saber que he cumplido sus expectativas.
- Estoy encantado porque en mi familia, desde muy pequeño, han soñado con este momento y cada uno de sus pasos han ido dirigidos a que yo lo consiguiera.
- Los puntos “a” y “b” están muy bien pero, en mi caso, desde un principio yo he tenido las riendas y gestiono mi equipo. Estoy feliz porque he trabajado duro para conseguir las metas que me propuse.